Después de que los alumnos y las alumnas de 3º y 4º leyeran el libro "Tximu bat klinikan", el 13 de Mayo estuvo en nuestra biblioteca su autor, Iñaki Zubeldia. El nerviosismo y la agitación entre el alumnado era palpable.Conocer al autor de su libro, compartir con él sus experiencias y que además ¡se lo dedicara a cada uno...era increíble!
Iñaki se mostró afable, cercano, alegre, optimista, confiado y entregado a su público.
Le hiceron muchas preguntas¿Cuándo empezó a escribir? ¿Cuál era su último libro? ¿Si le gusta leer? ¿Cómo se le ocurren sus historias?... Ioritz, alumno de 4º no quiso preguntar nada. Otro día hablaremos de él.
Nos habló de cuando era pequeño e iba a la escuela, de sus dificiles inicios con la lectura, ...
Después supimos que nuestro libro estaba basado en el accidente ocurrido en el circo de Ángel Cristo y Bárbara Rey en San Sabastian, y que Iñaki oyó en la radio.
Para la historia que nos contó para terminar, nos situó narrando la historia de la pequeña Ayla, protagonista de la saga de "El clan del oso cavernario".
Así finalmente, con su sensibilidad, su ternura y pasión nos habló de las cuevas de Arrikrutz(Oñati) , y del descubrimiento de un león cavernario, que él junto a un amigo, protagonizó.
El esqueleto completo del León de las Cavernas:
Y para todos un recuerdo de este momento mágico. Iremos a visitar las cuevas. Gracias, Iñaki.
Kaixo lagunok,
ResponderEliminaros escribo desde las cuevas de Oñati-Arrikrutz.
Conocemos muy bien a Iñaki Zubeldia y no nos queda la menor duda de que su visita fue agradable.
Con nosotros ha colaborado desde el principio y la verdad, es una suerte conocer a Iñaki, esa persona que descubrió el " Lèon de Arrikrutz".
Os enviaré unos cuentos de Arrikrutz para vuestra biblioteca.
Ikerne
¡Qué suerte tienen los chavales de poder disfrutar de todas estas visitas y actividades que les organizas en la biblioteca!
ResponderEliminarLa historia del descubrimiento del león cavernario es muy interesante y todo un lujo que hayan podido oirla directamente de uno de los descubridores. Seguro que la escuchaban con la boca abierta, parece una historia sacada de un libro de aventuras.