Como ya os anunciaba ayer, hoy, hemos tenido el placer de tener nuevamente a José Ignacio Royo.
Si algo derrocha José Ignacio es humor, entusiasmo, paciencia, tranquilidad, magia.
Es difícil poder resumir unas sesiones donde el buen clima, las risas, la tarea realizada, la adaptación a los grupos y la sorpresa de las dinámicas generadas, han sido las notas dominantes.
Los chavales están entusiasmados y quieren que vuelva.
Hemos heho un marcapáginas, un sobre (que en época de ahorro sirve, en un solo papel para carta y sobre), un molinete ( con los de 6º) y un juguete que, como las fichas de un dominó, el anterior va tumbando al siguiente.
Los de 5º, han querido probarlo con todas las piezas; aportando cada uno su figura, en un ejercicio improvisado de juego cooperativo.
No lo hemos conseguido, pero ha servido para darse cuenta de lo importante que es que cada uno controle la distancia adecuada entre las piezas, la dirección correcta para el logro colectivo.
¡Lo seguiremos intentando! ¿Verdad?
Unos momentos para el recuerdo: